la historia de la skua
La Emilia S.A. fue fundada en el año 1892 por dos hermanos españoles: Leodegario y Quintín Córdoba, siendo la primera planta textil ubicada en las afueras de Buenos Aires. La esposa de uno de ellos se llamaba Emilia y en su honor denominaron a la fábrica "La Emilia". Los Productos que allí se elaboraban, con rapidez, ganaron respeto y consecuentemente, una importante porción del mercado. La pequeña fábrica se desarrolló hasta convertirse en una gran industria, la que generó puestos de trabajo y atrajo a gente de otras ciudades, ocasionando un gran crecimiento de población que culminó con el bautismo de la localidad "La Emilia" por la fábrica. Por ese motivo, la empresa construyó casas, el club social y deportivo, el cine teatro y el centro asistencial de salud, junto con el gobierno, los caminos y la escuela técnica. Desgraciadamente, la cabeza de familia perdió la vida en un accidente y la compañía entró luego en un período de letargo.
A principios de la década del ´80, la familia Meller adquirió la empresa. Descendientes de un inmigrante polaco que comenzó reciclando scrap y subproductos textiles, sus hijos Máximo y Jaime desarrollaron un grupo económico privado, cuyo fuerte era la industria textil pero que estaba diversificado, al punto de incluir una subsidiaria dedicada a construcciones civiles, otra a las comunicaciones, etc. A la producción habitual de La Emilia se incorporaron otros productos, persiguiendo los objetivos de diversificación, innovación y calidad.
En 1992 la empresa celebró su primer centenario y encaró el futuro con las premisas que construyeron su historia.
Al inicio de los años '90, los cambios en la política económica y la degradación del mercado textil hicieron que la dirección de la empresa se abocara de lleno a la búsqueda de alternativas, por lo que se decidió incursionar en el campo de los motovehículos. Entonces se comenzó con dos modelos y se utilizó la marca Motomel para distinguirlos.
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